¿buenos días?

… ¿Ha amanecido? ¿Si? bueno… entonces si, buenos días, mundo. Esto que hace unos meses podría haber parecido una chorrada, no lo es tanto con los tiempos que corren. No sé si os pasará a vosotros, pero yo últimamente noto en mi cabeza una necesidad exógena de agradecer el simple hecho de que hayamos amanecido un día más. Pero… ¿a quién hacerle llegar mi gratitud?  ¿Al presidente de los estados unidos de América?, ¿al fondo monetario internacional?, ¿a la madre que los parió a todos? Es decir, ¿quién nos está perdonando la vida día tras día? Afrontémoslo, lo han conseguido. Estamos oficialmente acojonados. Pero, ¿cómo no íbamos a estarlo? Si nos han bombardeado con crisis, violencia de genero, crisis, tensión en oriente medio, crisis, pruebas nucleares, crisis, E.R.E que E.R.E, crisis, crisis, criiiisiiiiiiiiis!!!! Vamos a ver… es evidente que no estamos ante el mejor momento de nuestra economía, pero el hecho de recordárnoslo una y otra vez no va a hacer que esta mejore. De hecho, si podríamos pensar lo contrario. No soy ni mucho menos un experto en estos menesteres, pero me da la impresión de que si millones de personas alarmadas por posibles quiebras, empezaran a retirar los ahorros de sus correspondientes entidades bancarias bajo el lema de “sálvese quien pueda”… se iba a armar una bien gorda, del estilo a la que se lió en Argentina al inicio de este siglo. Y como decía, los medios de comunicación no hacen más que empujarnos hacia el abismo. No es ninguna sorpresa, puesto que hemos llegado a tal punto en el que solo compramos periódicos que magnifican las noticias, y vemos las cadenas de televisión con más morbo. Así que estamos promoviendo que unos y otros sean más sensacionalistas cada vez… lo que genera un circulo vicioso (feedback, que dirían por ahí) que no hace más que agravar nuestra situación. Esto me lleva a plantearme que quizás sea cierto eso de que hay una tendencia cíclica a la autodestrucción en toda sociedad. Muchos imperios han caído a lo largo de la historia de la humanidad. Persas, griegos, romanos… grandes civilizaciones que dominaron el mundo ya se extinguieron casi tan rápidamente como se crearon. Si colosales navíos como estos se hundieron en el mar del tiempo, ¿como podemos pensar que nuestro sistema, un “barquito” que lleva flotando menos de lo que lo hizo cualquiera de los anteriores, va a existir para siempre? Parece que somos nosotros mismos los que estamos torpedeando nuestra línea de flotación, como si un gen de autorregulación se hubiera activado en el ADN mundial y empezara una reacción de autolisis, o lo que viene a ser “nos mandamos a tomar por donde amargan los pepinos”. Qué sabia es la naturaleza… y qué burros nosotros (con todos los respetos a tan simpático equino) No importa si este 2012 no nos crujimos vivos, o no cae un meteorito, o la economía mundial no se derrumba… Lo queramos ver o no, tenemos fecha de caducidad. Quizás no sea este año, quizás no en la siguiente década… pero ya se empieza a oír la música que acompaña a los títulos de crédito en toda película. Pero esto es como un multicine, que acaba una y empieza otra. Así que no nos desesperemos, que lo mismo la que viene es mejor que la que termina. Yo por si acaso voy yendo ya a por palomitas, que luego hay cola. ¡Hasta mañana!… espero.